

Ingredientes
Luego de que tengas ya los ingredientes dispuestos, tenés que seguir el siguente paso a paso para que tus nachos salgan deliciosos:
Primero: Si en casa tenés polienta y no harina fina de maíz, tenés que ponerla en la procesadora durante unos minutos para que te quede bien, bien fina, como si fuera una harina. Si queda poco procesada, los nachos no tendrán una textura tan agradable al paladar. Si, en cambio, tenés harina fina de maíz, pasá directamente al segundo paso.
Segundo: Es el momento de mezclar todos los ingredientes. La forma ideal de hacerlo en en un bol grande y con la mano. Así notarás que la textura quede suave, homogénea y unida. No te preocupes por el orden de los ingredientes. Podés ponerlos cómo quieras. Mientras mezclás, agregá el agua caliente hasta obtener una pasta integrada, pero no dura...
Tercero: Dejar la reposar la masa durante 10 minutos, en lo posible envuenta en un film en la heladera.
Tercero: Sacar de la heladera y estirar la masa bien finita. Se puede hacer entre dos paleles films para evitar que se pegue.
Quinto: Cortar los triangulitos del tamaño que te guste.
Sexto: Freír en aceite bien caliente.
Cuando ya están cocinados, doraditos y crujientes, los retiramos y los colocamos sobre papel absorbente para que eliminen el exceso de aceite .
Mientras están calentitos, les podés poner un poco de queso en polvo o pimentón para darles mayor sabor.
¡En este momento, los nachos ya están listos! Podés preparar una delicionsa salsa de guacamole para acompañarlos o simplemente mojarlos en cuaquier queso que tengas en casa.
Un secreto de esta receta es que tambíén los podés preparar al horno si querés que absorban menos aceite. Verás que tienen un sabor impresionante.
Por Iara Galindo
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