Informales, los que más sufren la crisis
Crece la brecha de ingresos entre los trabajadores. Tres millones de argentinos tuvieron dificultades para realizar sus actividades.
Por Gabriel Calisto
@gcalisto
Desde el gobierno suelen decir que la pandemia destapó aún más la enorme desigualdad existente en la sociedad argentina. Y según un informe privado, esa relación desigual entre los que más y los que menos tienen se habría profundizado durante la crisis.
En un reporte de la consultora Ecolatina cerca de tres millones de trabajadores, "principalmente informales y cuentapropistas, tuvieron serias dificultades para realizar sus actividades durante el aislamiento. Ramas como construcción, hotelería, gastronomía, servicios vinculados al entretenimiento, servicio doméstico, fueron los más afectados".
Todos ellos, además, tienen como distinción tener un alto número de trabajadores en la informalidad. Mientras tanto, en el extremo opuesto, los sectores de mayores ingresos (y también de mayor formalidad) pudieron realizar gran parte de sus tareas de manera remota.
Pensar que la emisión no necesariamente genera inflación no implica pensar que se puede emitir de manera descontrolada sin riesgos. Si en lugar de ridiculizar al que no piensa como nosotros analizarámos por qué piensa así e intentáramos entenderlo, posiblemente nos iría mejor.
— Matías Rajnerman (@MatiasRajnerman) July 24, 2020
Matías Rajnerman, economista jefe de la consultora, lo explicó en términos claros: "Tiene que ver con la distribución desigual que hay entre trabajos manuales e intelectuales; en segundo punto, el acceso a internet y, por último, la relación entre cantidad de computadoras o dispositivos virtuales disponibles por miembros del hogar".
Y le señaló a Crónica: "A medida que vas bajando en la pirámide de ingresos, más común es el trabajo manual (y viceversa)". En ese sentido, la informalidad es una traba para aquellos que no pueden desarrollar sus tareas. Es muy probable que quienes están en blanco tengan algún respaldo y una negociación colectiva sobre sus ingresos, mientras que los no registrados dependen de una negociación individual y de la voluntad del jefe.
Elogios al IFE
Respecto de la desigualdad, la consultora marcó que el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), el bono de 10.000 pesos que otorga el gobierno nacional a quienes carecen de un ingreso formal, fue una buena medida. "Fue un plan ambicioso, que amortiguó las pérdidas de poder adquisitivo y sostuvo en cierta medida el consumo masivo", agregó Rajnerman.
El economista destacó que la desigualdad se profundizó entre los trabajadores formales e informales. "Si vos sumás al cálculo a los propietarios de algunas empresas que tienen que seguir pagando sueldos y los servicios, como el alquiler del local donde hacían su trabajo -y no pueden lograr sumar ningún ingreso-, los vas a tener compitiendo entre los más afectados. De ahí que hablamos de desigualdad entre trabajadores y no en la sociedad en su conjunto", explicó.