Por este motivo la Justicia liberó bajo palabra al acusado de drogar y violar a una chica en entrevista laboral
Irineo Humberto Garzón Martínez fue arrestado tras la acusación de la mujer de 18 años. Sin embargo, la jueza Karina Zucconi le otorgó ese beneficio. La fiscal del caso, Silvana Russi, apeló la decisión. Conocé los detalles del fallo.
Esta semana, una joven de 18 años de nacionalidad venezolana denunció que fue drogada y abusada sexualmente por Irineo Humberto Garzón Martínez durante una entrevista laboral, que había sido concertada pocas horas antes por las redes sociales.
La muchacha se había presentado el pasado sábado, poco antes del mediodía, en un comercio situado en la calle Paso al 693, en el barrio porteño de Balvanera. Según la madre de la víctima, el acusado le ofreció varias veces “un vaso de gaseosa o de jugo” que, finalmente, aceptó.
De acuerdo al relato, tras beber el líquido, la chica comenzó a sentirse mareada, pero antes alcanzó a enviarle un mensaje a su hermana explicándole la situación. “Creo que el dueño de donde trabajo me drogó porque me siento mareada”, expresó la joven en el mensaje que le envió a través de WhatsApp y agregó la dirección en donde se encontraba.
Al ser rescatada por su madre, la mujer la encontró en el fondo del comercio con el torso desnudo junto a Garzón Martínez, quien fue detenido.
La víctima y su madre fueron asistidas por un gabinete psicológico en el Hospital Ramos Mejía, mientras que el acusado, de 35 años, quedó en libertad el pasado lunes por orden de la jueza Karina Zucconi, titular del Juzgado N°15.
La defensa del acusado aseguró que tenía arraigo en un domicilio fijo en la zona de Mataderos donde vive con su hermana “desde hace más de 14 años”, que no tiene antecedentes penales ni condenas anteriores, “trabaja en forma digna en su comercio”, que “ha dado trabajo siempre a mujeres y jamás tuvo problemas de este tipo en el que involuntariamente se encuentra involucrado desconociendo el porqué”. Pidió, así, una caución juratoria, “ello atento a que el imputado no posee bienes o fortuna”.
Lo curioso es que Garzón Martínez, registrado en el rubro de venta de artículos varios de la AFIP, no muestra pagos recientes de aportes a empleados.
La fiscal del caso, Silvana Russi, se opuso a la excarcelación. Los motivos: la imputación de abuso por acceso carnal establece una dura pena, con un mínimo que excede una condena en suspenso, que el riesgo de fuga y de que el acusado entorpeciera la Justicia era claro. Garzón Martínez no vive en el domicilio declarado en Mataderos, según información de la causa.
La misma postura tuvo la víctima. “Yo no estoy de acuerdo, no me parece. Me violó y estoy sufriendo mucho”, afirmó. La joven se sometio a una serie de análisis y le encontraron tres lesiones compatibles con una violación, en pleno sangrado.
Sin embargo, la jueza Zucconi consideró que la mera pena en expectativa no era un argumento suficiente para mantener preso al acusado.
El motivo
“No hay elemento alguno de momento que lleve a presumir que el acusado intentará eludir el accionar de la Justicia”, afirmó. Consideró, por otra parte, que su arraigo era dudoso. Así, le concedió la caución juratoria, una fianza bajo palabra, le prohibió acercarse a la víctima o contactarla, así como salir del país y lo obligó a presentarse mensualmente en el juzgado.
La fiscal del caso presentó la apelación para que el acusado quede detenido como los 667 procesados o condenados con una primera imputación por violación o abuso sexual en las cárceles federales del país, de acuerdo al Sistema Nacional de Ejecución de la Pena del Ministerio de Justicia de la Nación del 2019.