Subastó su medalla olímpica para ayudar a un niño con problemas de corazón
La atleta polaca María Andrejczyk ganó su primera medalla olímpica en Tokio 2020, pero lejos de ponerla en un cuadrito decidió que lo mejor era hacer dinero con ella para donar a una causa digna. ¡Conocé su historia!
Cuando un atleta obtiene un reconocimiento, sea un premio, una distinción, o como en este caso, una medalla, suelen ir directo a parar a su pared, a una vitrina o a su sale de trofeos si esta persona es muy laureada. Sin embargo, Maria Andrejczyk , una lanzadora de jabalina polaca que se ganó la de plata en Tokio 2021, decidió darle otro destino a este logro.
Resulta que Milos, un niño también polaco, está a la espera de una operación de corazón en los Estados Unidos. Sus padres siguen con calculadora en mano para poder cubrir los gastos de la intervención quirúrgica que su hijo necesita. En este contexto, nuestra protagonista de hoy dijo presente. Para “darle una mano” a la familia, decidió subastar su medalla obtenida en los pasados Juegos Olímpicos y donar el dinero a la causa.

¿Cuánto consiguió? La modesta cifra de 44.000 euros. A su vez, este gesto viene con una historia de trasfondo. Andrejczyk pasó por una situación similar hace unos años, ya que en el 2018 le detectaron un osteosarcoma, un tipo de cáncer de hueso, del cual afortunadamente pudo recuperarse y seguir con su carrera deportiva.
"El valor real de una medalla siempre permanece en el corazón. La medalla es sólo un objeto, pero puede ser de gran valor para otros. Esta plata puede salvar vidas en lugar de acumular polvo en un armario. Por eso decidí subastarla para ayudar a los niños enfermos", comentó la atleta en una entrevista para un programa polaco.

Las medallas cambian su diseño en todas las citas olímpicas y en esta oportunidad, quien las dibujó fue Junichi Kawanishi. Cada una de ellas, oro, plata y bronce, tiene 85 milímetros de diámetro y un grosor que oscila entre 7,7 y 12,1 mm.
La dorada está hecha de plata pura y chapada en oro, con unos 6 gramos de este último lo que hace a un gran total de 556 gramos. La plateada también está hecha, valga la redundancia, de plata pura y pesa unos 550. Completando el podio aparece la de bronce, que pesa unos 450 gramos y está compuesta también de un 5% de Zinc.
Según una estimación de la CNN, si se funde cada una de ellas y se las vende por separado, se podrían obtener 800 dólares por la del primer puesto, 450 dólares por el segundo y sólo 5 dólares por el tercero.
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